Por la década de los ochenta, cuando yo (José) llegué a Castilblanco de los Arroyos, no sabía que encontraría mi verdadera afición y pasión. Me encontré con la familia de Mª Ángeles (apicultores de varias generaciones) y con un problema grave: la Varroasis, enfermedad que casi acabó con todas las colmenas. En esos momentos, ya había pasado el tiempo suficiente en contacto con las colmenas, las abejas y la apicultura. Mi afición por la apicultura me llevó a comprar cinco colmenas y ahí comenzó esta historia.
Antes de que se me olvide, quiero hacer una especial mención a una persona que jugó un papel fundamental en nuestros inicios: José García, apicultor y amigo de la familia, fue el que me introdujo en este mundo donde las abejas marcan el ritmo.
Este fue el inicio que nos llevó a Mª Ángeles y a mi desde nuestra afición a nuestro actual modo de vida con Apinazar.
Apinazar es un espacio a medida donde José y Mª Ángeles damos nuestro toque personal. En mis manos ha quedado el perfeccionamiento, buen hacer, constancia… Que ha conseguido hacer algo tangible, tradicional y actual como Apinazar.
En Apinazar nos ocupamos desde el cuidado y amor a las abejas hasta una atención personalizada a los clientes, que es la especialidad de Mª Ángeles. Ella ha sido capaz de crear en la tienda un entorno ordenado, natural y agradable para que te sientas en casa y en la naturaleza. Su gran conocimiento sobre los productos y aplicaciones te resolverá cualquier duda en segundos.
Pero esto no es todo, en nuestra familia la tradición y pasión continúa con nuestros hijos, que ya forma parte de nuestro sueño y lo compaginan con los estudios.